miércoles, junio 16, 2004

Una de diarios

Cuando apareció en México el periódico Reforma, éste se caracterizó por dos cosas memorables: 1) sus dueños se pelearon con los voceadores porque pretendían vender la publicación en días sagrados como 1 de mayo y 2) por sus exuberantes faltas de ortografía en encabezados a ocho columnas. A casi una década de vida, el Reforma sigue con una línea editorial bastante singular: todos sus encabezados empiezan con un verbo (una suerte de "pasado histórico" de alta escuela). Y si bien es probable que los dueños hayan tomado el nombre del diario por el Paseo de la Reforma inaugurado por don Porfirio y no por las leyes de Reforma, tan poco conocidas en ciudades prósperas como Monterrey, hay que reconocer que a veces las faltas de ortografía hacen ganar más dinero que escribir correctamente. No obstante, hay frases que merecen ser enmarcadas en letras de oro y ser subastadas entre los insignes miembros del gabinete foxista (está de más especular: todas se las llevaría Carlos Abascal; Lino Korrodi ya no está). Así, minutos después de explicarles a mis alumnas de redacción la diferencia entre "incluso" e "inclusive", me topé con el siguiente encabezado en la sección "Justicia" del Reforma: "Pierde mujer a hijo nonato al peregrinar". Ni Carlos Fuentes lo hubiera imaginado, señores, ni Carlos Fuentes.

CAS