martes, noviembre 24, 2015

Nuevo libro























Recién sale de la imprenta el libro que escribí para Actinver sobre artistas plásticos mexicanos, Orgullo mexicano. Entre otros artistas están Francisco Toledo, Alejandro Santiago, Jorge Marín y Rafael Cauduro.


CAS

jueves, noviembre 12, 2015

CAS en la FILIJ

Ahora mismo puede escucharse el podcast de la entrevista que me hicieron en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil en la ciudad de México. Pícale aquí.

Bety Soto, CAS y Erika Burgos en la FILIJ

CAS

sábado, noviembre 07, 2015

lunes, octubre 26, 2015

CAS en Aguascalientes en octubre























A partir del miércoles 28 de octubre estaré impartiendo un taller de creación literaria en la ciudad hidrocálida. Os espero.

CAS

viernes, octubre 16, 2015


Escritores de película






















Ya puede leerse mi columna "De la tinta al celuloide" en la revista de la DGB, El bibliotecario. El título de esta colaboración es "Escritores de película. De mitos y otras yerbas". Acá el link.

CAS

lunes, septiembre 28, 2015

Un poema

Cuanto
Te guste a Ti,
Me gusta
A mí
Así
Que
Procura
Que aquello que te guste
Te merezca.

Francisco Cervantes, “Un Horus secreto”.

CAS 

lunes, agosto 17, 2015

CAS en Aguascalientes en septiembre





















CAS

martes, julio 21, 2015

Aguas con el fuego. El diablito anda suelto

El principal enemigo de los mercados mexicanos no son las insalubres ratas de las cañerías ni las malhechoras que acechan para atracar a incautos. La mayor amenaza, que se repite como el día y la noche, es el fuego. Será difícil encontrar un mercado en el país que no haya sufrido un incendio; algunos han tenido varios y solo su pujante estructura los ha mantenido en pie: una chamuscada, dirían algunos marchantes, no va a tumbar este templo. Pero hay otros que se acaban caprichosamente y no vuelven a renacer jamás de sus escombros. ¿Por qué se queman los mercados? Sin duda apelaríamos a los descuidos, a la falta de protocolos de seguridad, a la desidia de algunos vendedores. Quizás a colillas de cigarros, cortos circuitos, fuegos artificiales, pólvora o gatos que prenden el interruptor de una luz cercana a una piñata. Hace algunos años, uno de los tantos incendios del talante brumoso de La Merced fue provocado por unos diablitos. La pregunta de los locatarios fue: ¿unos diablitos? ¿Ésos de carga? Estaba claro que esos diablitos, los que dan el golpe pero hasta ahí en los fervorosos pasillos de La Merced, nunca habrían empezado un fuego. El incendio y su hechura apocalíptica había sido invocado por otros diablitos, más eléctricos y profanos, que se colocan en las alturas de los postes callejeros para robar un poco de energía eléctrica. Ahí la luz hizo al fuego nuevo por un diablo mal puesto y alumbró el nacimiento del flamante y flameante mercado, que como todas las aves fénix del mundo, renació una vez más de sus cenizas invisibles.

CAS

jueves, junio 04, 2015

CAS en la Cineteca








El próximo martes 9 de junio impartiré la conferencia "De la tinta al celuloide. Literatura y cine mexicano". La plática versará sobre Dos crímenes de Jorge Ibargüengoitia y la versión cinematográfica dirigida por Roberto Sneider en 1993. La cita es a las 18:00 hrs. en la sala Arcady Boytler de la Cineteca Nacional. Naturalmente después de la charla se proyectará la película. Abajo la programación completa de las confes de junio.























CAS
Stefan Zweig y El gran Hotel Budapest























En este momento puede leerse mi texto sobre El gran Hotel Budapest de Wes Anderson en la edición febrero-abril de la revista El bibliotecario de la Dirección General de Bibliotecas. Aquí el enlace de la revista competa.

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viernes, mayo 01, 2015

Once we were young



Mi querida amiga Bety Palacios desempolvó esta foto tomada hace casi 15 años en Ciudad Juárez. No sé si llamarnos escritores incipientes, pero lo cierto es que no éramos famosos (como acotación, yo sigo sin serlo, aunque sabemos que la esperanza es lo último que muere). Entre otros amigos están Luigi Amara, Estrella del Valle, Hernán Bravo Varela, Julián Herbert, Fernando de León, la mismísima Bety Palacios, Miriam Mabel Martínez, Maricarmen Sánchez Ambriz y Juanjo Rodríguez. Éramos jóvenes y flacos. Yo aparezco a la izquierda con anteojos, la demodísima barba de candado y hace unos kilos.

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viernes, abril 17, 2015

CAS en Bellas Artes

El próximo domingo 19 de abril estaremos celebrando los veinte años del Programa Nacional de Salas de Lectura en la explanada del Palacio de Bellas Artes. El evento coincidirá con los festejos adelantados por el Día Mundial del libro y del Derecho de autor. A mí me tocará entrevistar a algunos de los autores que pertenecen al acervo de Salas de lectura. Entre otros escritores, nos acompañarán María Baranda (Diente de león), Luis Felipe Lomelí (Indio borrado) y Luigi Amara (A pie). Os esperamos a partir de las 11 de la mañana.



















CAS
El Santo

El martes pasado terminó con éxito en el Centro Cultural del Bosque el ciclo Santo, el enmascarado de plata. Muchas felicidades a mi querido Maestro Daniel Téllez y sus buenos oficios para organizarlo.
























CAS 

jueves, abril 09, 2015

Otra vez el Loco

Hace ya algunos años escribí sobre Marcelo "El Loco" Bielsa, un entrenador distinto en todo el sentido de la palabra. Hoy día, como entrenador del Olympique de Marsella, vuele a sorprenderme con la sapiencia de sus palabras. He aquí su arenga en el vestidor después de haber perdido un partido: "Acepten la injusticia, muchachos. Traguen veneno. Aunque les resulte imposible no reclamen nada. Al final todo se equilibra". 

















CAS

miércoles, marzo 11, 2015

Tu barro suena a plata. El Santo revisitado

Una máscara. Una tapa que habla entre incienso. Un misterio inexistente, pues la incógnita se presenta como verdad palmaria, señera. El rostro no importa: no ha lugar a la duda sobre una persona, sobre el contorno epidérmico debajo del trapo plateado. Cara y tela se mimetizan en una sola expresión de firmeza y perennidad. Así, debajo de la máscara hay otra más, y abajo otra, y abajo otra. ¿Por qué importa tanto el talante cuando, sin el enigma del paño, sería uno más de los rostros anónimos que adoquinan el mapa de las lamentaciones cotidianas, el subtexto vivencial en el que se muere porque que no hay leyenda que mantenga la huella transcurrida? Todo semblante se desvanecerá como los de los sueños, el crimen perfecto de realidades que no fueron plateadísimas, argentas de sangre, corazón y lona. Y hay pocos así, de trascendencia férrea y fugitiva. Nadie recuerda el rostro de Rudy Guzmán; sin embargo, todos en México conocen la careta del Santo, el enmascarado de plata.
         A 31 años de su muerte, su hechura sigue vigente, más viva y actual que nunca. El Santo cristalizó una de las consignas sagradas de la lucha libre: la eterna rivalidad entre el Bien y el Mal. El encordado luchístico es el último reducto en el que ocurre esta dualidad elemental de la vida: la representación de la buenaventura como deber ser y la atomización de las fuerzas del mal por parte de rudos encarnizados y de un réferi que jamás será el abanderado de la justicia. Ahí el Santo era idolatrado, incluso en esos momentos de amnesia o problemas pasajeros de identidad que le hacían coquetear con el lado oscuro: siempre regresó al sendero de la bonhomía y ahí se mantuvo, con arte y presteza, sorteando todo tipo de desavenencias bizarras.


El punto relevante fue cuando tuvo que combatir a sus enemigos más allá del ring, cuando la ignominia venía de poderes siniestros que atentaban en contra de la humanidad. En esos momentos de zozobra aparecía el Santo conduciendo un descapotable a gran velocidad para llegar a enfrentarse a mujeres vampiro, zombies chilangos o momias de Guanajuato. ¿Qué ocurría en estas representaciones entre lo bueno y lo malo? El Santo, a diferencia de los superhéroes gringos, era de carne y hueso, podía ser lastimado, sufría como cualquier otro ser humano, pero se levantaba del perjuicio para salir victorioso de gestas destinadas, en principio, al naufragio. Por eso en la lucha libre nunca han sido famosos gladiadores llamados Batman, Robin o Linterna verde: ellos pertenecen a la ficción. El Santo, sin embargo, es real. Y sólo hay uno. Para muestra un botón: los superhéroes gringos salieron de la artificialidad de un cómic para luego tener presencia de carne y hueso; el Santo, en cambio, a partir de su lidia en el cuadrilátero y el cine, apareció en las historietas. El héroe de carne y hueso fue representado en la gráfica para darle mayor impacto, para que se conocieran sus hazañas, se supieran sus desafíos como ola expansiva. La culminación de esa sinergia entre el lector del cómic y su personaje querido es que el fin de semana esas proezas estarían en la arena en la función dominical, se podría pedirle autógrafo al ídolo amado y constatar, después de unas palmadas en la espalda sudada, que en realidad sí existía.
         Hay que hacer notar que el mismo nombre Santo le hace guiños a la divinidad, a esa aspiración mágica de la religión católica que busca el bienestar terrenal. Decía el gran cronista deportivo Ángel Fernández: “Lo peor de pedirle deseos a un santo es que te los cumpla”. Desde luego, porque para el devoto sería la constatación de la existencia de una deidad omnímoda, aunque para el escéptico seguiría siendo una coincidencia o un paso más del azaroso recorrido del destino. La gran virtud del Santo era que los deseos o peticiones se hacía más reales, más posibles, más vertiginosos. El ícono de la iglesia se trasladó al ícono de la cultura popular y su pináculo tuvo efectos más efectivos y verosímiles en la sociedad. La gente iba a la arena para ver ganar al Santo; sabía que, como persona de sangre y músculo, sería presa del dolor, pero también que al final su sufrimiento, como aquellos que fueron clavados a una cruz, tendría una razón de ser que crearía sentido beatífico en una comunidad y siempre, por sobre todas las cosas, arribaría a buen puerto.


         El 12 de septiembre de 1982, el Santo se retiró para siempre de los encordados. Sus compañeros en la lucha estrella en relevos atómicos fueron el Huracán Ramírez, el Solitario y su gran pareja de años atrás y a quien habían sacado del retiro para que luchara en el festejo, Gory Guerrero. Hace más de treinta años de ello y ninguno de estos luchadores vive hoy día. Sus rivales fueron Los Misioneros de la muerte (el Signo, el Texano y el Negro Navarro), jóvenes que subían como la espuma, y el célebre Can de Nochixtlán, don Pedro “el Perro” Aguayo. La lucha fue una masacre. Los Misioneros y el Perro, valiéndose de todas las tretas y amaños posibles, golpearon y vejaron a cuatro leyendas de la lucha mexicana y al final perdieron por descalificación en dos caídas seguidas. La sensación, sin embargo, de quienes vimos esa lucha fue de orfandad, un extraño ánimo que corría por la venas mexicanas como malestar solidario; nunca más el Santo subiría al ring a defender el honor y el emblema de las causas justas; no obstante había estado ahí, una vez más, con el misticismo de su tapa plateada para sufrir y triunfar ante sus últimos rivales en el pancracio. Dos años más tarde, el Santo el insigne enmascarado de plata, sufriría un infarto devastador y su corazón dejaría de latir. La gran hombrada, desde el Más allá y como voluntad celestial de un santo, fue que el corazón le salió del pecho y siguió latiendo y compartiendo sus venturas y aventuras en el territorio de lo fugitivo. Por eso el Santo vive. Por eso estamos aquí hablando de él, por una necesidad cultural y vivencial que nos hace mentar de nuevo su nombre. He aquí, entonces, uno de los sinónimos de la inmortalidad.
         En “Suave patria”, el gran poeta zacatecano Ramón López Velarde escribió:

Tu barro suena a plata, y en tu puño
su sonora miseria es alcancía;
y por las madrugadas del terruño,
en calles como espejos se vacía
el santo olor de la panadería.

La tapa plateada del Santo viene del barro de esta tierra, de sus calles como espejos y de la vida diaria, como el santo olor de la panadería. Por esas razones, por aquello de las llaves mal habidas, los lances inesperados de la brega cotidiana y la evoluciones malsanas desde la tercera cuerda, siempre habrá que pensar, como forma de salir al paso, en una De a caballo bien puesta. Por ello también, por las dudas de los misioneros de la muerte y otros oficiantes igual de pecaminosos, habría que decir hoy y para siempre que todos somos el Santo, ¡el enmascarado de plata!
  

Texto leído en el Ciclo El Santo, el enmascarado de plata, el 10 de marzo de 2015 en el Centro de creación literaria Xavier Villaurrutia de la ciudad de México.

CAS 

martes, marzo 10, 2015

Hoy en la Condesa con el Santo

















CAS

viernes, febrero 27, 2015

CAS sobre El Santo en la Condesa

Mi querido Maestro Daniel Téllez, exluchador y excelente poeta, organiza el ciclo El Santo, el enmascarado de plata. La idea es reflexionar sobre la figura del legendario luchador desde la mirada literaria. A mí me toca estar el martes 10 de marzo a las 7 de la tarde y compartiré mesa con Roberto López Moreno, Javier Perucho y el mismísimo Téllez. Aunque no sean nombres muy taquilleros, la buena noticia es que el Maestro Hijo del Santo estará en todas las sesiones. Arriba el ciclo completo.

 CAS
Música para camaleones












Mi querida amiga Bety Palacios me invitó a participar en su sección de recomendaciones musicales de la Revista Ibero, que dirige mi querido Maestro Juan Domingo Argüelles. Aquí el link.

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lunes, febrero 09, 2015

Una verdad

Lo más profundo que hay en el ser humano es la piel.

Paul Valéry, La idea fija

CAS

martes, enero 27, 2015

¡Cínicos!

Una vez más queda comprobada mi trágica máxima: el cinismo es la religión posmoderna. Hace algunas horas el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, ratificó la versión de que los estudiantes de Ayotzinapa habían sido asesinados y quemados. Asimismo, dejó en claro que el Ejército no había tenido nada que ver con la desaparición (qué manera tan poco sutil de deslindar a los militares) y que los asesinos eran integrantes de Guerreros Unidos, a orden específica de El Cepillo, líder de los sicarios del grupo y recientemente aprehendido. Al terminar la conferencia de prensa, Murillo Karambas dijo: "Ésta es la verdad histórica de los hechos". Aunque seguramente Murillo Karambolas jamás leyó a Dilthey o a Heiddeger, el subtexto de la (perdón por el insolente juego de palabras) lapidaria frase es "He dicho", "So be it" o "Háganle como quieran, pinches culeros". En la más pura línea del amo del cinismo y los chinchones, Emilio Chuayffet, Murmullo Káram le da carpetazo a una de las mayores ignominias que ha tenido la historia reciente de este país. Y lo hace cuando no se ha documentado ni una sola evidencia de los cadáveres de los jóvenes. Además de que se pasaron por alto los comentarios de expertos científicos que decían que 43 cadáveres no se queman en 12 horas si no se usan varias toneladas de algún producto altamente inflamable, como llantas de coche. Esto independientemente de que se hubiera generado una llamarada que la gente de la región o los pilotos que en ese momento sobrevolaron la zona en helicópteros hubieran notado. Pero no, el argumento ni siquiera jurídico sino legaloide es "la verdad histórica", como si estuvieran juzgado a Nerón, Hitler, Milosevic o Calderón. La verdad histórica durante miles de años le hizo pensar a los seres humanos que la Tierra era plana. Y la historia no absolverá al procurador, desde luego; sólo hará en lo sucesivo que su mote, de aquí a la eternidad y verdad histórica o no, sea Murillo Karma. 

CAS

Y para muestra un botón: he aquí el ominoso video de la investigación de la PGR.


lunes, enero 26, 2015

Fragmento de Nuestra cerámica


Los cinco elementos

La cerámica es del lodo y de las manos que lo cargan. Pero éste se desliza entre los dedos como amante clandestino, como lo hace el agua cuando se la pretende dominar, asir. No basta entonces el agua y la tierra. ¿Cómo se sostiene el líquido para que no fluya entre la piel como el río y el tiempo? Se llama al fuego que es llama y al viento que la incendia con categórica armonía. Agua, tierra, aire y fuego. Y las manos que los subyugan para darle alma entre sus yemas. Por los dedos cae el agua. Y a las manos regresa para ser bebida en la vasija por el aire, fuego, agua y tierra que se inventa en la memoria de las palmas. Y por la gracia de una pieza que no existiría sin los cinco elementos que le dan vida en los dedos de una mano, se presenta la creación como quien lo hizo a su imagen y semejanza un séptimo día.

CAS 
Mi último libro: Nuestra cerámica























CAS

martes, enero 20, 2015

CAS en Zacatecas



















El siguiente jueves estaré en la ciudad de Zacatecas para impartir la conferencia "Literatura y transgresión". La cita es en la Biblioteca Mauricio Magdaleno a las 5 de la tarde. Más información aquí. Os espero.

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