Los
cinco elementos
La cerámica es del lodo y de
las manos que lo cargan. Pero éste se desliza entre los dedos como amante clandestino,
como lo hace el agua cuando se la pretende dominar, asir. No basta entonces el
agua y la tierra. ¿Cómo se sostiene el líquido para que no fluya entre la piel
como el río y el tiempo? Se llama al fuego que es llama y al viento que la
incendia con categórica armonía. Agua, tierra, aire y fuego. Y las manos que
los subyugan para darle alma entre sus yemas. Por los dedos cae el agua. Y a
las manos regresa para ser bebida en la vasija por el aire, fuego, agua y tierra
que se inventa en la memoria de las palmas. Y por la gracia de una pieza que no
existiría sin los cinco elementos que le dan vida en los dedos de una mano, se
presenta la creación como quien lo hizo a su imagen y semejanza un séptimo día.
CAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario