jueves, noviembre 17, 2005

Confesión
Los nombres de libros siempre me vienen a la mente antes de escribirlos; sin pecar de inmodestia, podría hacer uno completo con los títulos de los volúmenes que me faltan por redactar. En la portada se leería, a secas, It. Pero como de libros no vive una persona seria (tema por el que me he quedado afónico tratando de convencer a mis alumnos), he pensado ya en el nombre del bar que me sacará de pobre y abriré tan pronto me den el changarro-crédito que pedí: Todos contentos y yo también.
CAS