lunes, septiembre 13, 2004

Los encuentros de escritores sirven para ver de nuevo a amigos queridísimos de toda la vida, conocer a los que serán nuestros nuevos enemigos y hablar en lo sucesivo de su exuberante estulticia, asumir los encontronazos íntimos con hombres, mujeres o quimeras al grito de "mi corazón está en casa pero mi coño no", constatar que los poetas son personas sensibles y respetables pero no escriben una sola línea de prosa decentemente, enumerar las veces que se preguntó "¿dónde está el whisky, badulaques?" o "¿quién ha osado beber de mi Tecate?" y dejar un insigne pedazo de nuestra sensibilidad vía una regurgitación bien puesta en el water del hotel. Lo demás es lo de menos.

CAS

martes, septiembre 07, 2004

He aquí un reto serio que va más allá de mero desplante de bravucón: aquél que dude, desconfíe o conjeture que el Cruz Azul no será campeón esta temporada, puede ir preparando los floretes.

CAS