Una vez más queda comprobada mi trágica máxima: el cinismo es la religión posmoderna. Hace algunas horas el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, ratificó la versión de que los estudiantes de Ayotzinapa habían sido asesinados y quemados. Asimismo, dejó en claro que el Ejército no había tenido nada que ver con la desaparición (qué manera tan poco sutil de deslindar a los militares) y que los asesinos eran integrantes de Guerreros Unidos, a orden específica de El Cepillo, líder de los sicarios del grupo y recientemente aprehendido. Al terminar la conferencia de prensa, Murillo Karambas dijo: "Ésta es la verdad histórica de los hechos". Aunque seguramente Murillo Karambolas jamás leyó a Dilthey o a Heiddeger, el subtexto de la (perdón por el insolente juego de palabras) lapidaria frase es "He dicho", "So be it" o "Háganle como quieran, pinches culeros". En la más pura línea del amo del cinismo y los chinchones, Emilio Chuayffet, Murmullo Káram le da carpetazo a una de las mayores ignominias que ha tenido la historia reciente de este país. Y lo hace cuando no se ha documentado ni una sola evidencia de los cadáveres de los jóvenes. Además de que se pasaron por alto los comentarios de expertos científicos que decían que 43 cadáveres no se queman en 12 horas si no se usan varias toneladas de algún producto altamente inflamable, como llantas de coche. Esto independientemente de que se hubiera generado una llamarada que la gente de la región o los pilotos que en ese momento sobrevolaron la zona en helicópteros hubieran notado. Pero no, el argumento ni siquiera jurídico sino legaloide es "la verdad histórica", como si estuvieran juzgado a Nerón, Hitler, Milosevic o Calderón. La verdad histórica durante miles de años le hizo pensar a los seres humanos que la Tierra era plana. Y la historia no absolverá al procurador, desde luego; sólo hará en lo sucesivo que su mote, de aquí a la eternidad y verdad histórica o no, sea Murillo Karma.
CAS
Y para muestra un botón: he aquí el ominoso video de la investigación de la PGR.