Entonces, hablemos de la Cruz Azul...
CAS
domingo, enero 30, 2005
martes, enero 25, 2005
Faltaba más
En México no hacen falta ni marines ni Tomahawks para liquidar a nuestro ejército: se matan ellos mismos.
Chocan dos helicópteros militares; cinco muertos
Associated Press
MEXICO - Dos helicópteros militares mexicanos chocaron en el aire y cayeron a tierra cuando realizaban maniobras de rutina. En el accidente murieron cinco militares y cuatro resultaron heridos.
El choque de los dos aparatos MI-17 de la fuerza aérea mexicana se produjo cerca de la Base Aérea Militar No. 1 en el pueblo de Santa Lucía, informó la Secretaría de Defensa en un comunicado.
Las víctimas fueron identificadas como el capitán Carlos Campos Guzmán; el teniente Noel Chávez Ortiz; el teniente Salomón Hernández Olmedo, el subteniente Sigifredo Chamu Barbosa y el sargento Edén de la Calleja Mejía.
CAS
En México no hacen falta ni marines ni Tomahawks para liquidar a nuestro ejército: se matan ellos mismos.
Chocan dos helicópteros militares; cinco muertos
Associated Press
MEXICO - Dos helicópteros militares mexicanos chocaron en el aire y cayeron a tierra cuando realizaban maniobras de rutina. En el accidente murieron cinco militares y cuatro resultaron heridos.
El choque de los dos aparatos MI-17 de la fuerza aérea mexicana se produjo cerca de la Base Aérea Militar No. 1 en el pueblo de Santa Lucía, informó la Secretaría de Defensa en un comunicado.
Las víctimas fueron identificadas como el capitán Carlos Campos Guzmán; el teniente Noel Chávez Ortiz; el teniente Salomón Hernández Olmedo, el subteniente Sigifredo Chamu Barbosa y el sargento Edén de la Calleja Mejía.
CAS
martes, enero 18, 2005
Ni modos
En los baños de la facultad, arriba de un mingitorio, se lee: "Carlos Antonio de la Sierra es un farsante". Mientras orinaba tranquilo pensando en la frase, me vinieron a la mente toda las veces en que anhelé ser maestro de la UNAM, que digo de la UNAM: de la heroica facultad de Filosofía y Letras. No sólo vislumbraba el estatus que me daría pertenecer a la máxima casa de estudios, sino también la posibilidad real de ligarme a hermosas estudiantes que tuvieran a bien enseñarme sus lindos muslos durante una clase sobre Faulkner. Ahora, a la distancia, sólo alcanzo a ver que las ilusiones pedagógicas son meros pretextos para socavar la líbido de los mansos y ser maestro universitario, en sentido estricto, es la plataforma perfecta para acumular deudas bancarias. Dicho de otro modo: la inopia y la repulsión son peculiaridades ineluctables de aquel que cruza el umbral de la educación pública. Así, sin más, escribí abajo: "Estoy de acuerdo".
CAS
En los baños de la facultad, arriba de un mingitorio, se lee: "Carlos Antonio de la Sierra es un farsante". Mientras orinaba tranquilo pensando en la frase, me vinieron a la mente toda las veces en que anhelé ser maestro de la UNAM, que digo de la UNAM: de la heroica facultad de Filosofía y Letras. No sólo vislumbraba el estatus que me daría pertenecer a la máxima casa de estudios, sino también la posibilidad real de ligarme a hermosas estudiantes que tuvieran a bien enseñarme sus lindos muslos durante una clase sobre Faulkner. Ahora, a la distancia, sólo alcanzo a ver que las ilusiones pedagógicas son meros pretextos para socavar la líbido de los mansos y ser maestro universitario, en sentido estricto, es la plataforma perfecta para acumular deudas bancarias. Dicho de otro modo: la inopia y la repulsión son peculiaridades ineluctables de aquel que cruza el umbral de la educación pública. Así, sin más, escribí abajo: "Estoy de acuerdo".
CAS
viernes, enero 14, 2005
martes, enero 04, 2005
En Cuernavaca
--Vamos a ir a casa de mi amigo Carlos --le dijo Georg a su hijo León de seis años.
--¿Y él quién es? --respondió el niño, intrigado.
--Un amigo escritor.
--¿Y cómo es un escritor?
--Son tipos serios que inventan historias.
Durante la comida el pequeño León no me quitó los ojos de encima. Cuando llegó el postre musitó entre dientes:
-Papá, Carlos el escritor se parece más bien al Gigante egoísta --Georg me dijo, a manera de disculpa, que León estaba ansioso por saber cómo era un escritor.
--León también hace cuentos --dijo Yael, la mamá del pequeño.
--Así que escribes cuentos, León --pregunté.
--No, no los escribo: los invento.
-Ah, muy bien.
Ya cuando se iban, el pequeño León le preguntó a su papá "¿Crees que le haya dado tiempo de hacerse el gigante bueno para que nos dé unos dulces a mis hermanos y a mí?" Georg lo subió a la van para silenciarlo y me dio un abrazo. Yo sólo pensé que nunca más leería a Oscar Wilde ni escribiría cuentos, únicamente los inventaría.
CAS
--Vamos a ir a casa de mi amigo Carlos --le dijo Georg a su hijo León de seis años.
--¿Y él quién es? --respondió el niño, intrigado.
--Un amigo escritor.
--¿Y cómo es un escritor?
--Son tipos serios que inventan historias.
Durante la comida el pequeño León no me quitó los ojos de encima. Cuando llegó el postre musitó entre dientes:
-Papá, Carlos el escritor se parece más bien al Gigante egoísta --Georg me dijo, a manera de disculpa, que León estaba ansioso por saber cómo era un escritor.
--León también hace cuentos --dijo Yael, la mamá del pequeño.
--Así que escribes cuentos, León --pregunté.
--No, no los escribo: los invento.
-Ah, muy bien.
Ya cuando se iban, el pequeño León le preguntó a su papá "¿Crees que le haya dado tiempo de hacerse el gigante bueno para que nos dé unos dulces a mis hermanos y a mí?" Georg lo subió a la van para silenciarlo y me dio un abrazo. Yo sólo pensé que nunca más leería a Oscar Wilde ni escribiría cuentos, únicamente los inventaría.
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