Misiva en solidaridad con Javier Sicilia
Ayer fue encontrado sin vida Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo de nuestro querido amigo Javier Sicilia. El cuerpo de Juan Francisco fue hallado en un automovil en Temixco, Morelos, junto a los de otras seis personas; estaba amarrado de las extremidades y con signos de asfixia. También tenía el tiro de gracia. Más allá de condenar firmemente el asesinato y no dejar de sorprenderme por la ominosa violencia que se vive cotidianamente en este país, me sumo con el corazón en la mano al duelo de Javier y le ofrezco mi solidaridad absoluta. La mayor injusticia en el asesinato de Juan Francisco viene de que los padres no tienen por qué ver morir a sus hijos. Cuando un orden natural de las cosas se ve vulnerado, la marcha atrás nos hace pensar de nuevo en nuestra poquedad, en la miseria endémica a la que sigue siendo lanzado el ser humano. No hay mayor dolor que la muerte de un hijo, una hija, y uno no tendría por qué enfrentarlo. Pero es en estos instantes de zozobra aparentemente implacable en los que la humanidad debe mantenerse a flote y sincerarse con ella misma. Que el abatimiento y la mancilla fortalezcan nuestro talante; que se haga de él un bastión de resistencia indómita. ¡Fuerza, Javier, que tú como hombre de fe sabes que, aun con dolor, la vida, tu vida, Maestro, sigue hacia adelante!
Carlos Antonio de la Sierra
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