De escuderos y damas de compañía
Existen bebidas que se toman juntas pero no revueltas. Quizás
sea importante agregar que se beben a la vez pero no mezcladas, esto es,
funcionan como acompañantes, o como dirían los anglosajones: como chasers. El tequila, por ejemplo, suele
tener como cortesano un caballito de sangrita, preparado de jugo de tomate, limón, naranja y salsas picantes y
sazonadoras. Pero también puede estar escoltado por una rodaja de limón y una
pizca de sal. Después del trago de agave azul, una chupada de limón con sal
hará más dócil el tránsito y la nostalgia entre la una y las tres de la tarde
será breve. Hay personas que consideran el encuentro bucal con el cuerpo del
cítrico un acto rupestre y le apuestan al nacionalismo. Es la gente que en un
bar pide “Una bandera, por favor”. A su mesa llega un caballito de tequila
blanco, escudado a los lados por uno de sangrita y otro de jugo de limón. El
encuentro con el águila y su escudo será en la garganta del afortunado bebedor
tricolor, ahí donde su boca es ya un nuevo lago de Texcoco. Algunos otros
acostumbran sopesar el trago fuerte con una cerveza. En esta diligencia el
galope del agave se desliza más pausado, más a trote lento por las papilas pero
sin perder por completo la sensación de que ese recinto nunca más será el mismo.
El punto es irrelevante: un trago de cerveza tras un buen tequila perlado es
sólo una mutación inocua. El mezcal, por su parte, también tiene su comparsa.
Si bien, como el tequila, puede ser seguido por cerveza en cada trago para regular
su vigor, son infaltables unas rodajas de naranja y un poco de sal de gusano
para consumar el ritual, ése de cuando los sonidos de la tierra impregnan cada
palmo de su ruta hacia dentro. Básicamente todos los destilados de agave pueden
acompañarse con cerveza (un trago y un trago, para que no haya lugar a dudas y
la bienaventuranza fluya); son estas bebidas conversas las que ayudan a afinar
el espíritu agavero, esas dilectas damas de compañía y honestos escuderos de
sus caballitos, perdón, de sus caballeros andantes y su cabalgata interminable.
CAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario