El maestro Arnulfo, que vive enfrente de mi casa y con quien me estoy poniendo de acuerdo para liquidar a Juanita, vino a arreglar mi repisa. Lo que hizo fue resanar el hoyo de la pared y poner de nuevo los remaches. Cuando acabó le dije "¿Cuánto le debo, maestro?", como siempre que me hace un trabajo. "Ahorita nada, pero ahí se las voy acumulando" (hace poco me había arreglado el bóiler). Entonces me espanté y le di cincuenta pesos ("Tome aunque sea esto ahorita, maestro"). Mi duda es la siguiente: ¿le di poco?, pues cuando lo recibió hizo un gesto así como de "pinche güey malagradecido". Ahora creo, tristemente, que abortará la misión Killing Juanita.
CAS
lunes, noviembre 03, 2003
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