Leo, en el último Proceso, que Julio Sherer se tomó unos "huisquis" con Salvador Allende. Más allá de hablar de uno de los momentos medulares en la vida de "Don Julio", me interesa aludir a la manera de enunciar tan importante bebida: huisqui. Hay que acotar varias cosas. Por un lado, hay una diferencia en la forma de escribirla por parte de escoceses y gringos; cuando se habla de un scotch se escribe whiskey y cuando nos referimos a un bourbon ponemos whisky. Asimismo, para castellanizar la palabra algunos escritores vanguardistas escriben "güisqui" (cosa que no deja de extrañar, pues estoy seguro que nunca escribirían Froid en lugar de Freud, Rambó en vez de Rimbaud o Camiú donde va Camus). Yo jamás, en todo caso, he escuchado decir "huisqui", así, con la "h" muda como debe ser en español. Es como si dijéramos, por ejemplo, "me da hueva" en lugar de güeva. Por lo demás, cualquier despistado podría pensar que Huixquilucan es el lugar de origen de este licor. Creo, sin ánimo de ofender ni polemizar con don Julio (quien merece mi admiración y respeto), que bien podríamos escribir en castellano "whisky" y pronunciarlo, sin más, güisqui, pues en español la "w" se pronuncia como "gu" y la "h" es muda. Hay palabras, por otra parte, que han sido castellanizadas por completo para evitar errores de pronunciación, verbigracia, jaibol (whisky con agua mineral), que viene de highball, una copa alta (algunos dicen que el jaibol puede ser, además, ron, tequila, ginebra o vodka con soda, ginger ale o agua quinada, pero es una vulgar falacia). Otro ejemplo es la palabra jonrón, de home run, y así sucesivamente. En fin, salú.
CAS
martes, septiembre 09, 2003
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