Agradezco las muestras de apoyo y solidaridad por la debacle de ayer. A Humphrey Bloggart quiero decirle que, en efecto, a veces las cosas no salen como quiere uno, y hay que resignarse. No he vuelto al Estadio Azul desde que hace más o menos un años La Piedad (¡La Piedad, carajo!) nos endilgó un 5-1; me salí en el minuto 25 del segundo tiempo. Creo, ahora más que nunca, que no regresaré en un buen rato. De cualquier forma, fuera Carrillo.
CAS
lunes, febrero 24, 2003
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