martes, agosto 19, 2003

Hoy, por primera vez en diez años, me volvieron a morder. Me pasé el alto de un semáforo recién puesto. Había un motociclista. Hizo zig-zagc y casi se cae por la grava suelta de la calle. Fue una pirueta grotesca. El motociclista era un policía parecido a la Hormiga Atómica. Me orilló a la orilla y bajó de su unidad cagado de miedo por el sustito que le había pegado. Me llevaré su licencia y tendrá que pasar a pagar esta multa: 229 por pasarse un alto y 779 por casi matar a una autoridá. Oiga, jefe, tengo que dar mi clase; póngame sólo lo del alto y páguemela usté, no sea así. Uh, joven yo no estoy autorizado pa' esa diligencia. No sea así, oficial, se me hace tarde para mi clase. Bueno, pues nada más por tratarse de usté, pero maneje con más cuidado, puede causar un accidente "inconmensurable". No se preocupe, oficial. Mi pendejada me salió en doscientos varos. Todo por querer venirme por la pinche carretera federal y no por la autopista. De las mordidas se aprende en este país.

CAS

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