Lo divertido de los euros, más allá de que cada país tiene una alusión nacionalista en uno de los lados -ya sea billete o moneda-, son su formas de pronunciarse. Así en español se dice naturalmente "euro", en inglés "iuro", en francés "eggo" y en alemán "oiro". Lo divertido también es que el verano pasado estaba a ocho pesos mexicanos por uno y ahora a más de doce por uno. C'est la vie en el tercer mundo.
CAS
martes, junio 10, 2003
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