Tengo que calificar cuarenta exámenes finales y desde hace diez horas me estoy haciendo güey. La pregunta que se pavonea frente a mí y me hace entender necesariamente mi desdicha es "¿Why me?" La respuesta la obvio porque sería aceptar mi estulticia (y sin embargo es la única respuesta viable). Prefiero doscientos azotes con un fuete mojado a leer uno solo de esos textos. Por lo demás, llevo armados diez avioncitos; uno de ellos voló diez metros. Ya está: voy a poner las calificaciones en metros. Algunas aeronaves, por supuesto, serán saboteadas antes de despegar.
CAS
sábado, junio 21, 2003
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